miércoles, 9 de abril de 2008

DeL oTRo LaDo De La HiSToRia...

Mi bella, mi preciosa, mi dulce princesa; por favor préstame un poco de atención. Estos años a tu lado han sido maravillosos, eres tan dulce, tan buena, tan tierna, tan radiante... Pensarte me emociona, y tu dulzura se queda en mi garganta como un atascadero que no logro evitar, que me duele y me cobija en todo aquello que eres tú, grácil y suave, como el oleaje que me dedicaste cuando me dijiste, en un abrazo cálido y con lágrimas en los ojos, que me amabas con todo tu ardiente y frágil corazón.

Has vivido cosas que no mereces, mi vida. No imaginas cuán impotente me siento de no haber paliado ese dolor incluso antes de conocerte. Esa calidez tan linda que llevas en tu forma de mirar, de sonreír y perdonar, de pronto se opaca ante los recuerdos de esa soledad que viviste producto de la incomprensión de la familia sanguínea a la cual nunca perteneciste. Ellos se golpeaban, sí, y te golpeaban también. Golpeaban tus mejillas y tu autoestima; golpeaban con ello tus esperanzas y tu inocencia; golpeaban también tus ganas de vivir, y quizás por esa razón fue que te conocí tan escondida en tu mundo, tan oculta a los ojos de todos, tan guardiana de la poca luz que te quedaba, de esa mínima esperanza que fortalecías sólo de vez en cuando, para que no te doliera la soledad.

Y en eso aparecí. Me deslumbraste sin saberlo; tu suave andar como de oleaje, tu perfil sereno, tus sorpresas que alegraban mi día... Recuerdo cuántas veces te miré sin que lo notaras. Recuerdo que quedó plasmado en mi memoria tu gusto por las letras. Me valí de eso para deslumbrarte como tú lo hiciste conmigo. Maravillosamente lo logré, y la luz tenue que guardaba tu corazón se volvió una hoguera, y te vi en todo tu esplendor. Tus besos dulces, tus ternuras cotidianas, tu suave cuerpo, tu apasionada entrega. Te potenciaste, volviste a creer en ti. Quisiste vivir, y tus mejillas, sonrosadas tantas veces por tantas bofetadas, se sonrojaron ante nuestros cómplices recuerdos, nuestros códigos, nuestro lenguaje en común.

Mi pequeña, si te amé cuando te conocí, tanto más te amé cuando volviste a brillar. Te admiré, porque vi que saliste adelante con la sola fuerza de tu melodioso amor. Tu vida era otra, todas tus penas anteriores se volvieron fuerza, fuerza que me revitalizaba, porque sabía que eras feliz... que yo te había hecho feliz.

Mi querida, mi amada, luego de eso te empecé a fallar. Te obligué a que tuvieras una imagen distinta... Me obligué también a ser diferente. Debiste entender que algo en mí había cambiado, que lo nuestro no podía ser como estaba siendo hasta entonces... Y vi la paciencia que me tuviste, el amor que me ofreciste para fortalecerme en el dolor. Con toda la fuerza que había en tu corazón, que parecía un torrente sin intenciones de agotarse, me abrazaste mil veces, y mil veces me recordaste cuánto me amabas. También agoté tu paciencia, porque no puse de mi parte. Te hice llorar tantas veces, tantas como me pediste que me alejara y te dejara tranquila. Era en esos momentos yo quien se desesperaba. Agobiaba tu teléfono, te enviaba cartas, te buscaba aún en los lugares en que sospechaba que pudieras estar... Luego te tenía, en mis ojos, en mis brazos, en mi cuerpo... Y te volvía a fallar.

Dulzura, fueron más de tres años en lo mismo. Cada vez que aceptaste mis reglas, esas reglas que ahora me coartan tanto como al principio, fui yo quien las rompió. Eras -eres- irresistible... en tu ternura, en tu voz, encuentro el refugio que tampoco tuve en mi niñez. Me vuelves pueril, y luego de eso estoy a tu merced... Siempre para volver a fallarte.

Perdiste tanto, arriesgaste tanto por mí. Enfrentaste todo cuanto se podía enfrentar. No comprendí cómo tuviste tanta fuerza para hacerlo. Yo no hubiera podido, no pude... perdiste seres queridos en ese camino, pero no importaba: Tu alma se encontraba abandonada a la intemperie en medio de la lluvia, y sólo yo vi que era hermosa detrás del barro que la cubría. Te tomé en mis brazos, te di calor y abrigo, te hice cariño, te miré con amor. No, no pienses eso... Nunca sentí lástima por ti. Tu luz es demasiada como para atreverme a creer que estoy por sobre ella.

Querida, amada, perdóname por amarte tanto, y fallarte así; perdóname por el daño que te he hecho. Luego de tantas crisis, tantas lágrimas, tanto dolor y tanta esperanza desesperada, siento que caíste más bajo de lo que ya estabas cuando te conocí. Entiéndeme... Te amo con todo mi ser... ¿Cómo no amarte, si eres una luz que se reparte generosa entre los demás?

No llores, por favor. Esto me cuesta más a mí que a ti. Siempre me costó más: Me costó porque nunca proyecté que fuéramos a sentir tanto... No fue un error el sentimiento, sino la forma de expresarlo, compréndelo... Me costó porque siento que podremos ser felices de otro modo... No sigas llorando, por favor... Me costó porque mi imagen se hubiera manchado a tu lado... No me llames egoísta, te lo pido... Me costó porque hay parámetros que obedecer... Por favor, no sigas llorando, no dudes que te amo... Me costó porque eres irresistiblemente adorable, y por eso no pude poner freno cuando tú me lo pediste alguna de esas tantas ocasiones... No me pidas que me quede, no lo hagas... Me costó porque CReo Que SeRé más feliz siendo madre, con un esposo y una imagen familiar que proyectar.

Adiós, mi pequeña princesa. Sé que te destruí, pero quédate con este consuelo: A tu lado fui feliz.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo leí... y fue...
una explosión de sentimientos xD
te jurooo... está... hermoso...
me llegó a lo mas profundo de mi soul xD

te adorooo con toda mi alma *.*

besoooos(K)

Anónimo dijo...

Dejar un amor para seguir amando...

Anónimo dijo...

Hola amiga

Fantástica historia que desgraciadamente (o afortundamente?) puede ser el reflejo exacto del vivir de algunas personas...

Sin_Skinner dijo...

Insisto. Me sacó lágrimas, no sé si de frustración o emoción, o quizás ambas...
El amor no debería tener barreras, ni límites, ni estatutos idiotas que sean capaces de romperlo.
Maldigo a las personas que dejan escapar amores por esta razón, o por cualquier otra.
Esas cosas se viven, y se disfrutan, sin preguntar el por qué.
La amo... De mi amor nunca podrá dudar xD...
Besos y abrazos =***

Anónimo dijo...

Te felicito, concuerdo con panchita, es una historia notable
y que deja en evidencia que el verdadero amor se ve enfrentado a una serie de barrerras que si bien es cierto, lo obstaculizan a medida se pasan esas trabas tiene que fortalecerse
Nuevamente cobra validéz aquello de la valoración de nuestra pareja eestando junto a ella y no después o en el momento de su partida
Tu historia me encantó

Anónimo dijo...

Que increible que la fuerza de la opinion de otros te haga errar tanto el rumbo en la vida. el rumbo de lo que relmente amas.
El amor es universal y como tal debe entenderse... algun dia
muy linda historia .
c.l

Anónimo dijo...

Qué personaje más enfermizo. La historia es buena, pero el personaje es el colmo de patético. Mira que amar a alguien, despertarla, conquistarla, cuidarla, prometerle el cielo y el infierno, jurarle amor, besarla, tocarla, hacer el amor con ella para luego: "Uf, bueno, verás, me avergüenzo de ti. Me voy a llevar una vida decente" Por Dios, por Dios, qué personaje digno del siquiátrico!
Ojalá muera de frío una vez que se apague, por culpa de ella misma, el fuego que despertó.

Alejandra.

Felipe Ibañez Guzmán dijo...

Yo tambien opino lo mismo y te agradezco de todo corazón, eres mi angel celestial... porque no publicas un libro?...

Cuidate, un besito

Pipe

Anónimo dijo...

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoquera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…


Es hermoso lo que escribiste... me recuerda tanto a sabina (lo anterior) como a Silvio... porque, ante todo... y sin lugar a dudas...
La angustia es el precio de ser uno mismo...
Te Amo...
Tu hermanónimo

Pipee! dijo...

mi pécora como está espero que bien =)mi niña ta hermoso mori cn el texto ta muy lindo e verdad el amor no tiene fronteras , mmhh talvéz no hemos tenido el tiempo para conversar pero lo haremos xd te amuu



xauz


FELIPE

Anónimo dijo...

La homosexualidad no deberia ser un problema. Algun dia se arrepentiran todos los que juzgan, acusan y apuntan a los homosexuales, porque la potencialidad del que cruzo la linea es infinitamente magica.

Se una homosexual, como tu naturaleza exige. Los heteros somos tristes personajes, condenados al disgusto, la deslealtad.

Mizarística dijo...

Estimado último Anónimo: Tu comentario me parece hermoso, en términos de poder apreciar ese "cruzar de línea" que tiene que ver con la magia más anhelada, la magia del amor.

Sin embargo, me queda un alcance que hacer a tus palabras: La heterosexualidad no es triste; la heterosexualidad forzada lo es. He visto muchas personas que traspasaron la línea que describes, pero su amor fue genuino tanto homosexual como heterosexualmente. Creer que somos seres condenados a destinos nefastos sólo por ser heterosexuales, es tan absurdo como odiar a los homosexuales por su naturaleza.

...Por último, no soy el equivalente a la voz narrativa que uso. Por lo tanto, mi naturaleza no necesariamente es la que en el cuento se describe. Es distinto hablar de Narrador y Autor. Se enseña en 1er año medio y se repasa en 2do =)


Saludos, gracias por pasar.
Mizarística.

Emily dijo...

Hermoso, debería ser escritora no se me sale ese pensamiento de mi cabeza "escritora" jajajja... La quiero muchísimo y seré fans de su blog, es muy creativa.

A meta approximation to a Schrödinger's heartbreak.

For a long time, I thought about writing down your effect on me, and the recurrent image was the effect of the Moon over the sea, or Tides. ...